Las Fuerzas Aéreas de EEUU y las de Corea del Sur lanzaron los ejercicios a gran escala Vigilant Ace, que nunca hasta ahora habían sido celebrados en la historia de ambos países.
Los ejercicios Vigilant Ace (As Vigilante, en español) aglutinan a más de 230 aviones militares y aproximadamente 12.000 militares. La respuesta de Corea del Norte no se ha hecho esperar. Las autoridades de este país calificaron las maniobras como “una provocación y un juego peligroso” que podría conducir a una guerra nuclear.
Pyongyang planea seriamente considerar las contramedidas. La Agencia Telegráfica Central de Corea comunicó después del inicio de los ejercicios que los aliados “pagarán caras sus provocaciones”.El exembajador de Rusia en la República de Corea y miembro del Consejo Ruso para Asuntos Internacionales, Gleb Ivashentsov, opina que EEUU no conseguirá su objetivo si decide atacar a Corea del Norte para eliminar sus arsenales de armas.
“Pyongyang se ha preparado durante décadas para el posible conflicto armado y todas sus instalaciones nucleares están ocultas bajo tierra, en lo más profundo. Además, Corea del Norte es un país montañoso: allí hay muchos túneles y cuevas, pero la mayor cuestión es que, si EEUU llega a atacarlo, recibirá una ofensiva de respuesta”.
El portavoz oficial del Ministerio de Unificación de Corea del Sur, Baik Tae-hyun, declaróque “las maniobras aéreas se celebran anualmente entre ambos países y tienen carácter defensivo”. Además, el funcionario comunicó que el Gobierno surcoreano no comentará cada reacción del Estado vecino.
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Las amenazas lanzadas por Pyongyang provocaron una reacción no solo de Seúl, sino también de Washington. El senador por el estado de Carolina del Sur, Lindsey Graham, aseguró que cree que ha llegado el momento de que las familias de los militares estadounidenses desplegados en Corea del Sur empiecen a ser evacuados.Según el periódico The Washington Post, su evacuación provocaría pánico no solo en Corea del Sur, sino también en otros países. Actualmente, al menos 28.500 soldados de EEUU se encuentran en el país asiático. Muchos arribaron al lugar acompañados de sus familias.
Las maniobras Vigilant Ace empezaron el 4 de diciembre, cinco días después de que Corea del Norte ensayara el misil balístico intercontinental Hwasong 15, supuestamente capaz de transportar una ojiva nuclear de gran tamaño a cualquier punto del territorio de EEUU.
Según los datos oficiales publicados por los medios de Corea del Norte, el nuevo misil balístico intercontinental alcanzó una altitud máxima de casi 4.500 kilómetros y tardó 53 minutos en volar 950 kilómetros. Al día siguiente EEUU, Japón y Corea del Sur exhortaron a la comunidad mundial a romper los lazos con Corea del Norte.